6/09/1920. Serpientes que maman.

Sin que pareciera que podía llegar nunca, septiembre nos alcanzó. Ya los días acaban antes y las tardes tienen un no se qué de final de algo. Este sentimiento se me antoja si el atardecer me sorprende aprovechando las últimas luces de la jornada mientras paseo por las rúas de esta Compostela que he recuperado…