16/09/1920. Conociendo a más integrantes del Coro de Bernardo.

Pero a juzgar por la cara que puso Manuel, poco a poco se fueron dando cuenta de que la fiesta había terminado y que lo que venía después era otro tipo de jolgorio, digamos, menos fraternal. Rápidamente guardó el instrumento, me lo entregó y dijo que por lo que más quisiera se lo pusiera a salvo.