Ya ha sido publicado el programa de las fiestas del Apóstol de este año santo Compostelano. El próximo jueves día 15, y si el tiempo acompaña, serán inauguradas con una gran salva de bombas en la plaza de Alfonso XII. Luego, las bandas de música, cornetas y tambores desfilarán por las rúas para el júbilo de todos los ciudadanos. Por la noche, de nueve a doce, la banda municipal y la banda del Regimiento de Zaragoza tienen previsto realizar un concierto en la Alameda que se repetirá en los sucesivos días. Ya tengo ganas de volver a escuchar las primorosas notas de estos virtuosos músicos. Le diré a «Oterito» que me acompañe y así le enseñaré quienes son algunos de mis compañeros del coro.

¡Ah! que no lo había comentado antes aquí… Por fin acompañé a Juan Rodriguez y soy oficialmente componente del coro que ensaya en el Circulo Católico Obrero de la rúa do Vilar. Dentro de este grupo, formado por un gran elenco de jóvenes que sienten un gran amor por nuestra tierra, se encuentran muchos amigos de Bernardo del Río, el virtuoso músico que toca en la Banda del Regimiento de Zaragoza y que es quien dirige esta joven agrupación. Algunos de esos amigos son compañeros suyos de la Banda y tengo ganas de enseñarle a «Oterito» con quien me codeo.

Tengo que decir que mi primer ensayo no fue demasiado afortunado. Reconozco que a veces me asalta la timidez, y pese a que ya había estado en el local cuando me invitó Juan aquella tarde que proyectaban el cinematógrafo, no pude evitar sentirme un poco intimidado ante la solemnidad que acompañó al ensayo.  Bernardo me invitó a que me pusiera junto a él para que pudiera ver las partituras de las canciones que se cantaban y me pasé toda la hora allí, callado y observando lo bien que dirigía a todos los concurridos que obedecían sin rechistar a todas sus consignas. Cuando acabó el ensayo me quedé con él un rato y me preguntó con qué voz me sentía más cómodo y cual era mi experiencia en coros. Cuando le expliqué que había sido niño del coro no titubeó un momento y me admitió. Me dijo que durante los próximos meses sería difícil realizar muchos ensayos dados los compromisos que en estas fechas tenía que atender la Banda del Regimiento pero que no perdiera las ganas, porque tenía intención de llevar a lo más alto a esta nueva agrupación y convertirnos en embajadores de Compostela.

Se, y ya lo había comentado anteriormente aquí, que el pobre Bernardo tiene una espinita clavada. La dichosa gripe de hace dos años acabó llevándose a muchos de sus amigos, con quienes hubiera formado un grupo que se llamaría «Queixumes dos pinos». Es por ello que, no es de extrañar, quiera tirar adelante con este proyecto, aunque sea como homenaje a aquellos que lamentablemente se quedaron por el camino.

Por otro lado me parece que es el director ideal para una agrupación coral como la que intenta formar. Me ha hablado de «Aires da Terra», de «Toxos e Froles» y «De Ruada» y tiene muy claro que quiere un grupo que está a la altura de estos mencionados. Y yo no puedo menos que alegrarme de ello ya que es mi gran deseo poder formar parte de los mejores. Me recordó que el día 18, en la plaza de Toros, actuará con su Banda y, además, acudirá el coro «Cantigas da Terra» de A Coruña y «Enxebres» de Ourense. Me recomendó encarecidamente que no me lo perdiese. ¡Por nada del mundo lo haría!

Al salir de la sala de ensayo se le acercó el gran Enrique Sánchez Guerra. Mi tía me ha hablado muy bien de su gran trabajo fotográfico y supe, para mi sorpresa, que era el presidente de la agrupación. Me lo presentó y yo, haciendo honor a mi timidez, no pude más que balbucear unas palabras y estrecharle la mano. ¡Vaya pobre impresión se llevaría de mí! Espero estar a la altura la próxima vez.

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